A Opinión del 4/11/24

El primer trimestre de 2024 en Aguascalientes registró alta mortalidad, principalmente por enfermedades cardíacas, diabetes, cáncer y accidentes de tránsito.

A propósito de las festividades del Día de Muertos, aquí algunos datos para la reflexión de nosotros, los vivos.

El primer trimestre de 2024 dejó una huella profunda en Aguascalientes, con cifras que relatan más que números: narran historias de vidas que se apagaron, muchas de ellas a causa de enfermedades prevenibles. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reveló que entre enero y marzo se registraron dos mil 730 decesos en el estado, con un balance que sorprende: mil 027 hombres y mil 193 mujeres. La diferencia, aunque sutil, refleja realidades complejas en el ámbito de la salud pública.

El corazón fue la causa principal de estas pérdidas. Las enfermedades cardíacas encabezaron la lista con 204 hombres y 196 mujeres fallecidas, un dato que revela la urgencia de reforzar campañas de prevención y acceso a tratamientos en un país donde la hipertensión y el sedentarismo continúan siendo una epidemia silenciosa.

Le sigue la diabetes mellitus, enfermedad que, sin piedad, se llevó a 145 mujeres y 124 hombres en este periodo. Aguascalientes, como muchas otras regiones de México, lucha contra esta dolencia arraigada en hábitos alimenticios inadecuados y en una infraestructura de salud que aún batalla por ofrecer atención oportuna y suficiente. Las cifras de mortalidad por tumores malignos, con 148 mujeres y 112 hombres fallecidos, ponen en relieve la necesidad de fortalecer la detección temprana y el acceso a tratamientos oncológicos, un reto persistente en la entidad y en todo el país.

Pero no todo son enfermedades crónicas. Los meses fríos recordaron su amenaza a través de la influenza y la neumonía, responsables de la muerte de 61 mujeres y 67 hombres. Estos datos subrayan la importancia de las campañas de vacunación y las medidas preventivas, especialmente en grupos vulnerables como los adultos mayores.

En un giro más abrupto y doloroso, los accidentes de tránsito cobraron la vida de 81 hombres en estos tres meses. Los impactos de estas tragedias no se limitan a las víctimas, sino que se extienden a sus familias, amigos y a toda una comunidad que aún carece de una cultura de prevención vial sólida.

A nivel nacional, las cifras no son más alentadoras. En el primer trimestre de 2024 se registraron 212 mil 404 defunciones en todo el país, con una tasa de 163.7 muertes por cada 100 mil habitantes, apenas un reflejo de lo ocurrido en 2023. Las mujeres representan el 44.4% de estos decesos, mientras que los hombres suman el 55.5%, evidenciando una brecha que se repite consistentemente en cada estadística.

El análisis por edad aporta más datos inquietantes: el grupo de mayores de 64 años concentra el porcentaje más alto de muertes, seguido por aquellos entre 55 y 64 años. Pero lo que realmente preocupa es ver cómo la curva desciende a edades más jóvenes, hasta tocar a hombres de entre 25 y 34 años y, aunque en menor medida, a mujeres de 15 a 24 años. En Aguascalientes, la tasa de 148.8 muertes por cada 100 mil habitantes, aunque por debajo de la media nacional, es un recordatorio de que hay trabajo pendiente.

En este contexto, la Ciudad de México lidera las estadísticas con 232.8 muertes por cada 100 mil habitantes, un panorama sombrío que se replica en estados como Morelos, Colima y Chihuahua. La salud pública en México enfrenta desafíos monumentales, y las causas de muerte más frecuentes, que van desde enfermedades del corazón y la diabetes hasta accidentes y enfermedades infecciosas, dibujan un mapa complejo de prioridades que aún requieren atención urgente.Estos números son más que estadísticas; son testimonios de vidas perdidas y de un sistema de salud que debe seguir transformándose para cambiar la historia de miles.

Al tiempo… y a su opinión.

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