A Opinión del 14/5/25
Aguascalientes necesita diversificar su economía: depender solo de la industria lo hace vulnerable. Es hora de innovar y crecer.

Diversificar la economía: una tarea impostergable para Aguascalientes
La reciente pérdida de 454 empleos en la industria de la transformación en Aguascalientes durante el mes de abril —una contracción del 0.33%— debe ser vista como una señal de advertencia, no como una simple fluctuación. Aunque esta caída fue menos pronunciada que en otros estados y el balance anualizado sigue siendo positivo, no podemos permitirnos caer en la complacencia. La economía de Aguascalientes, altamente dependiente de la manufactura —especialmente la automotriz—, sigue siendo vulnerable ante cualquier cambio en el entorno global o nacional.
Este descenso mensual, el segundo más pronunciado para un abril desde el año 2000, no ocurrió en el vacío. De las 32 entidades del país, 20 registraron pérdidas de empleos en este sector. A nivel nacional, se perdieron 13 mil 774 plazas en la industria de la transformación. Es decir, estamos ante una dinámica estructural que debe hacernos reflexionar sobre los límites de un modelo de crecimiento basado en un solo motor.
El desempeño anualizado de Aguascalientes, con un crecimiento del 2.3% en empleos del sector industrial, es una buena noticia. Pero también es una oportunidad para preguntarnos: ¿qué tan sostenible es este avance si seguimos dependiendo principalmente de un solo sector?
La diversificación económica no es un discurso de moda. Es una necesidad urgente. Mientras Chiapas y Campeche avanzan con crecimientos del 2.7% y 1.6% respectivamente en este mismo sector, en parte gracias a apuestas regionales por nuevos polos de desarrollo, Aguascalientes debe ir más allá de la manufactura tradicional. Es tiempo de invertir en sectores como la tecnología, la innovación, los servicios profesionales, el desarrollo de software, la industria agroalimentaria con valor agregado, las energías renovables y el turismo sostenible.
Diversificar no implica abandonar lo que ya funciona, sino fortalecerlo integrándolo a una cadena de valor más amplia y robusta. También significa formar capital humano más versátil, atraer inversiones con enfoque verde y digital, y fomentar el emprendimiento local como una palanca de desarrollo económico.
En este contexto, la política pública debe jugar un papel protagónico. Se requiere una visión de largo plazo que trascienda gobiernos, basada en diagnósticos certeros, incentivos inteligentes y una colaboración estrecha con el sector privado y la academia. No basta con celebrar que no estamos entre los peores. Tampoco es suficiente con evitar caídas alarmantes. La resiliencia económica se construye diversificando, innovando y anticipando.
La reciente caída en el empleo industrial debe leerse como un llamado de atención: lo que hoy es una baja contenida, mañana podría ser una crisis si no se toman decisiones estratégicas. Aguascalientes tiene el talento, la infraestructura y la ubicación para ser ejemplo nacional de cómo una economía pequeña puede adaptarse a los cambios intensos que nos avecinan ante un Tratado de Libre Comercio de América del Norte colapsado.
Pero para lograrlo, debemos actuar hoy.