A Opinión del 3/7/25
¿Quién decidirá el futuro político en Aguascalientes? Un mando plural y organizado ha integrado a todos los grupos, más allá de colores y partidos.

La gobernadora que manda y construye: un modelo de poder eficaz en Aguascalientes
Cuando se habla de política en Aguascalientes, las sobremesas y los cafés se llenan de nombres, encuestas y aspiraciones. Los apasionados de la grilla local discuten quién va arriba, quién cae, quién traiciona y quién se perfila. Pero en medio del murmullo, olvidamos una verdad política que, aunque no aparezca en los sondeos, define el tablero: hoy por hoy, no hay grupo político con rentabilidad electoral que no haya sido incorporado o, al menos, beneficiado por el grupo en el poder encabezado por la gobernadora Teresa Jiménez.
Esta realidad rompe con la lógica tradicional del poder en el estado. Durante sexenios, los grupos contrarios al gobierno en turno estaban destinados al exilio político, a la marginalidad o a la resistencia solitaria. Hoy, sin embargo, ese paradigma cambió. La gobernadora entendió que el poder no se consolida con exclusión, sino con suma de fuerzas, con diálogo, con un ejercicio de gobierno que reconozca a los distintos actores políticos como interlocutores y no como enemigos.
Lo que ha construido Teresa Jiménez no es sólo una estructura electoral eficiente, sino un proyecto político plural y republicano. Supo aprender de los errores de quienes gobernaron antes que ella: los que cerraron puertas, dividieron al estado o se perdieron en guerras internas. Hoy, en cambio, su liderazgo es reconocido incluso por quienes no comparten su filiación partidista. La presidenta Claudia Sheinbaum lo sabe bien: en Aguascalientes, manda y se respeta la gobernadora.
Esto no es menor. En tiempos en que muchos actores políticos están cegados por la ambición o atrapados en cálculos de corto plazo, el modelo de Teresa Jiménez funciona porque privilegia la gobernabilidad sobre la confrontación, el trabajo organizado sobre la improvisación, y el consenso sobre el conflicto. Quizá a algunos les cueste entenderlo, porque rompe con sus expectativas. Pero en Aguascalientes, el poder no sólo se ejerce: se construye todos los días, con inteligencia, con diálogo… y con mando.