Aguascalientes va contra el lenguaje inclusivo en escuelas

Todas, todos y todes”. Esta frase, cada vez más común en redes sociales, discursos públicos e incluso en campañas gubernamentales, se ha convertido en un símbolo del llamado lenguaje inclusivo, una forma de expresión que busca eliminar del español la dominancia del masculino genérico y visibilizar a quienes no se identifican con un solo género.

El lenguaje inclusivo ha ganado terreno en la última década, especialmente entre las generaciones más jóvenes y en contextos académicos y políticos. Sus defensores consideran que el idioma debe evolucionar para reflejar la diversidad y promover la igualdad, mientras que sus detractores sostienen que estas modificaciones distorsionan las reglas gramaticales y entorpecen la comunicación.

Con esta idea, y a tan solo un mes de que el Congreso de Chihuahua aprobara una reforma que restringe su uso en instituciones educativas, Aguascalientes se convierte en el segundo estado en seguir ese mismo camino.

El Congreso local discutió y presentó una iniciativa impulsada por los grupos parlamentarios de Fuerza por Aguascalientes y del Partido Acción Nacional (PAN), que busca modificar la Ley de Educación del Estado para garantizar el uso correcto del español en todos los niveles y modalidades escolares.

La propuesta plantea adicionar una fracción al artículo 13, en la que se establecerá como propósito de la educación “respetar el uso correcto de las reglas gramaticales y ortográficas del idioma español reconocidas por la Academia Mexicana de la Lengua y la Real Academia Española, en todos los niveles y modalidades educativas, como parte del fortalecimiento de la comprensión lectora, la escritura y la comunicación efectiva entre los educandos”.

Durante la presentación de la iniciativa, los legisladores argumentaron que la reforma busca evitar que el lenguaje se utilice con fines ideológicos. “En los últimos años se ha observado en diversos entornos académicos una tendencia a modificar las estructuras del español con fines ideológicos o de visibilización social. Aunque la intención puede ser legítima, su empleo en contextos educativos formales puede afectar la claridad lingüística, la comprensión lectora y la enseñanza correcta del idioma”, dijo el diputado Eriberto Gallegos Serna.

El debate en torno al lenguaje inclusivo no es menor. Para algunos especialistas en lingüística, las expresiones como “todes”, “elles” o “amigxs” representan una forma de resistencia cultural ante estructuras sociales que históricamente invisibilizan a ciertos grupos. Sin embargo, académicos y educadores también advierten que estas formas aún carecen de respaldo normativo y pueden generar confusión en los procesos de enseñanza.

Pese a la polémica generada con estas leyes, los parlamentos de Chihuahua y Aguascalientes han insistido en que las reformas no buscan censurar ni prohibir el uso del lenguaje inclusivo en la vida cotidiana, sino garantizar que el ámbito educativo mantenga un uso formal y correcto del idioma español, apegado a los criterios de las instituciones lingüísticas oficiales.