A Opinión del 1/8/25

El crecimiento desordenado de motocicletas en Aguascalientes exige infraestructura vial adecuada; sin ella, la ciudad enfrenta un inminente colapso urbano.

Motocicletas y caos urbano: el futuro que Aguascalientes no quiere ver

En Aguascalientes, cada vez es más común ver motocicletas desplazarse por todas las vías de la ciudad: en las avenidas principales, entre el tráfico denso, e incluso en calles peatonales o banquetas. No es una moda pasajera. Es una transformación urbana que ha sido ignorada durante demasiado tiempo por quienes toman decisiones. El problema no es que haya más motocicletas —eso en sí mismo es una señal de movilidad económica—, sino que la ciudad no está siendo adaptada a esa nueva realidad. Si no se actúa pronto, Aguascalientes puede enfrentar un colapso vial y de convivencia urbana.

En los últimos años, el parque vehicular de motocicletas se ha multiplicado de forma acelerada. No solo son utilizadas para transporte personal, sino también por repartidores, servicios, vigilancia privada e incluso como alternativa ante el deficiente transporte público. El problema es que el crecimiento ha sido desordenado y sin control. Se legisla y se endurecen sanciones, pero la política pública sigue centrada en prohibiciones y multas, cuando lo que se necesita con urgencia es infraestructura urbana inteligente: carriles exclusivos, zonas de ascenso y descenso, señalética clara, y sobre todo, una cultura vial que reconozca a la motocicleta como parte integral del ecosistema de movilidad, no como un intruso.

Aguascalientes no puede seguir diseñando su urbanismo con una visión de hace 30 años, donde el coche particular era el centro de todo y las motocicletas eran una excepción. Hoy son miles y están aquí para quedarse. Ignorarlas es condenar a la ciudad al desorden, a más accidentes y a una creciente sensación de anarquía vial. Si no se incorpora esta realidad en los planes de movilidad, no habrá reforma legal ni operativo que resuelva el problema. Porque más que leyes, necesitamos infraestructura, y más que discursos, necesitamos visión.

En lugar de criminalizar al motociclista, hay que urbanizar con inteligencia. Aguascalientes todavía está a tiempo de evitar el colapso. Pero no mucho.

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