A Opinión del 12/8/25

Democracia y destapes: entre el derecho a aspirar y el arte de aguantar

En Aguascalientes ya empezó la temporada de destapes y, como siempre, el escenario se llena de sonrisas en las fotos y silencios estratégicos en los pasillos. El turno ahora fue para Lorena Martínez, ex procuradora del Consumidor y ex alcaldesa, quien confirmó lo que muchos intuían: quiere la gubernatura. Y en democracia, guste o no, toda persona con aspiraciones legítimas tiene derecho a buscarla, lo mismo que los senadores Toño Martín del Campo y Nora Ruvalcaba, que tampoco se han guardado sus intenciones.

La foto reciente de Lorena, Martín del Campo y Ruvalcaba fue comentada hasta el cansancio. Sin embargo, más que proyectar civilidad política, parece un álbum incompleto. Falta Leonardo Montañez, el alcalde que, a su estilo, sigue paciente, guardando silencio y moviendo piezas sin gastar pólvora antes de tiempo. Montañez no necesita salir en cada toma: su infraestructura política y redes territoriales lo sostienen mientras los demás se desgastan en la pasarela anticipada.

Con el destape de Lorena, la vacante de la candidatura de Movimiento Ciudadano se cerró sin ceremonia. Y Nora Ruvalcaba, por más veladoras que ponga Arturo Ávila en la capilla de los Monreal, no soltará el boleto de Morena. Esto significa que, una vez más, el futuro político del estado se jugará en las internas del PAN, donde las alianzas, traiciones y cálculos de último minuto decidirán mucho más que un nombre: definirán el rumbo de Aguascalientes por los próximos años.

En política, destaparse es fácil; sostener la campaña, difícil; y llegar con fuerza a la recta final, un arte.

Algunos creen que la visibilidad temprana es una ventaja, otros que la paciencia y el bajo perfil son más efectivos. La pregunta es inevitable: ¿serán los ciudadanos quienes decidan el rumbo del estado o las negociaciones internas de partido seguirán dictando el destino de Aguascalientes?