A Opinión del 17/10/24
Hace un par de semanas, el alcalde capitalino, Leonardo Montañez, anticipaba pocos despidos en su segundo periodo y planeaba conservar a la mayoría de su gabinete. Dijo que reconocía áreas de oportunidad, descartaba debilidades y también aseguraba que estaba realizando una evaluación objetiva para determinar los cambios necesarios.
Una pregunta: si el proyecto de esta nueva era municipal es enchular la ciudad, igual que el célebre “Ponte Chula Barcelona”, ¿no vendría bien revisar el trabajo del IMAC? Porque, si la memoria no nos falla, fue Evangelina Terán, como directora del Instituto Municipal Aguascalentense de la Cultura en 2012, quien inició una serie de programas de intervención de espacios públicos con esa intención: dar un paso hacia el embellecimiento de la capital bajo un modelo europeo que, en ese entonces, sonaba muy prometedor.
Se iniciaron, si mal no recordamos, un trabajo junto con la Secretaría de Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Servicios Públicos para llevar cultura a lo que ahora se conoce como la Línea Verde; y ojo, no las pintarrayadas del Gobierno del Estado con graffiti de aquel entonces, no… Eran unos murales y remodelaciones por toda la ciudad, hechos por artistas plásticos locales. Hasta empleo generaban.
Para el CONEVAL, el de ese entonces, porque el de ahora no sabemos; el rescate de espacios públicos consistía en mejorar integralmente estos lugares mediante obras y acciones sociales, creando entornos seguros para actividades deportivas, culturales y recreativas. Rehabilitar plazas, jardines y parques promoviendo espacios accesibles e inclusivos que fomenten la cohesión social y una vida sana.
Ahora que lo pensamos bien:
Primero, muchas gracias al alcalde por volver a poner el dedo en el renglón en algo que se dejó de hacer.
Y segundo, ¿en qué momento al IMAC le dejó de interesar el rescate de espacios públicos con arte y cultura? ¿O quiénes permitieron que dejaran de hacerlo?
En fin, otros tiempos. Al tiempo y a su opinión.