A Opinión del 30/6/25
Leonardo Montañez lidera rumbo a 2027, mientras el PAN y Morena enfrentan definiciones internas y Toño Martín del Campo guarda silencio inquietante.

El voto en Aguascalientes: entre caballos de hacienda y carreras internas
A estas alturas del calendario político, aún con la distancia rumbo a 2027, ya se comienzan a trazar rutas y pronósticos en Aguascalientes. No hay certezas absolutas, porque así es la política: lo que hoy parece sólido, mañana puede diluirse. Sin embargo, hay una percepción que cada vez toma más fuerza y hasta ahora nadie ha ofrecido argumentos contundentes para rebatirla: Leonardo Montañez, actual presidente municipal de la capital, va en caballo de hacienda rumbo a la gubernatura. Con un estilo prudente, sin sobresaltos y con la ventaja de gobernar el principal bastión electoral del estado, ha construido una narrativa de estabilidad que, aunque no electrizante, sí consistente.
El poder en Aguascalientes pasa por la capital. Por eso, mientras Montañez avanza casi sin obstáculos hacia la candidatura al gobierno estatal, en la ciudad se avecina una batalla intensa… y todo apunta a que se librará primero al interior del PAN. Dos nombres emergen con claridad: Enrique García López, con su estilo de gestor operativo, y Juan Pablo Diosdado, más joven, más disruptivo, pero también más expuesto. Entre ellos podría definirse el próximo candidato panista, salvo que el factor de género cambie las reglas del juego. Si la candidatura corresponde a una mujer, entonces tanto García como Diosdado podrían quedar fuera de la jugada. En ese escenario, Mónica Becerra y Alma Hilda Medina llevan clara ventaja, ambas con experiencia legislativa y con presencia consolidada en sus sectores.
Hoy por hoy, el futuro de la capital pinta azul. No hay fuerza política que le haga sombra real al PAN en la ciudad, al menos no de manera inmediata. Pero Morena no es un actor menor y será fundamental observar qué papel juega Nora Ruvalcaba en la construcción de una nueva propuesta. Si logra articular un proyecto atractivo, con rostros nuevos o alianzas inesperadas, podría alterar la balanza. Por ahora, todo indica que el PAN tiene la delantera en ambos frentes, pero como bien sabemos, en política los dados nunca están del todo cargados.
Y entonces, ¿en dónde vemos al senador Toño Martín del Campo? Su silencio y ambigüedad empiezan a pesar. Los grupos que en el pasado apostaron por él en sus dos intentos por alcanzar la gubernatura, hoy podrían pensarlo dos veces si no hay una definición clara de su parte. ¿Qué busca el senador, sin que le tiemble la mano para decirlo? Porque en política, el tiempo no perdona, y la indefinición se paga caro.