A Opinión del 4/8/25
El termómetro electoral sube en Aguascalientes: partidos miden el terreno y ciudadanos comienzan a despertar su conciencia política.

Hora de tomar la temperatura electoral en Aguascalientes
En Aguascalientes, como en todo el país, el calendario político marca los tiempos, pero la realidad social y el pulso ciudadano se adelantan. Aunque faltan meses para que arranquen formalmente las campañas, es evidente que el termómetro electoral ya comenzó a marcar temperatura. Los estrategas de los proyectos que encabezan las dos principales fuerzas políticas —Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el Partido Acción Nacional (PAN)— ya están en las calles, haciendo cálculos, midiendo el ánimo social, afinando sus narrativas y, sobre todo, buscando territorio.
Medir el territorio no es una cuestión menor. Implica reconocer dónde hay simpatía, dónde hay rechazo y, sobre todo, dónde hay desinterés. En una ciudad como Aguascalientes, donde la urbanización crece hacia los márgenes y las desigualdades se ensanchan, la cartografía electoral no se puede leer sólo desde los escritorios. Los asesores políticos lo saben, por eso hoy vemos brigadas disfrazadas de encuestas ciudadanas, reuniones vecinales con tintes institucionales y sondeos que se filtran para ir midiendo posibles escenarios.
Es momento de que los ciudadanos también midan. ¿Quién está presente solo cuando hay elecciones? ¿Quién ofrece propuestas serias y quién sólo promesas recicladas? Comienza la temporada de simulacros, de discursos que apelan a las emociones, y de estrategias que a veces rayan en el cinismo. Pero también es el momento en que la sociedad puede empezar a tomar la iniciativa: cuestionar, exigir, comparar. Porque si los partidos ya están haciendo su trabajo, los ciudadanos no pueden quedarse al margen. En Aguascalientes, la democracia no debe ser cosa de cada tres o seis años, sino un ejercicio cotidiano que también se mide en la calle, en la conversación diaria, y en la toma de decisiones informadas.