A Opinión del 8/5/25

Aguascalientes brilla en CDMX con “El Alma de la Fiesta”, una muestra que celebra su hospitalidad, arte y tradición viva.

Aguascalientes, tierra de hospitalidad: una herencia viva en “El Alma de la Fiesta”

Por siglos, los caminos de tierra adentro vieron transitar las carretas cargadas de oro y plata desde las minas de Zacatecas hasta las ciudades comerciales del Bajío, como Guadalajara. Eran trayectos largos y polvorientos que requerían paradas estratégicas, no solo para dar descanso a las bestias, sino para que los viajeros recobraran fuerzas. En medio de ese corredor comercial vital, Aguascalientes se convirtió en un punto de respiro insustituible. ¿La razón? Tres tesoros sencillos pero fundamentales: agua, hospedaje y bebidas.

Este espíritu de acogida no es casualidad, ni invención reciente: está impreso en la identidad de la región. La hospitalidad es parte del ADN hidrocálido, una forma de estar en el mundo. Desde las antiguas posadas hasta las actuales casonas adaptadas como hoteles boutique, desde las aguas termales hasta el mezcal y el vino de producción local, Aguascalientes ha perfeccionado el arte de recibir.

Por eso no sorprende que esta vocación hospitalaria tenga ahora una vitrina en la capital del país. Bajo el nombre “El Alma de la Fiesta”, el Gobierno de Aguascalientes, en conjunto con la Secretaría de Turismo del Gobierno de México, ha inaugurado una muestra artesanal, gastronómica y turística en Punto México, un espacio dedicado a promover lo mejor de cada estado.

La exposición, que permanecerá abierta hasta el 28 de mayo en la Ciudad de México, es mucho más que un simple escaparate de productos. Es una oportunidad para acercarse a la esencia del pueblo hidrocálido: su creatividad, su historia, sus sabores y sus colores. Como bien lo expresó Christian Leslie García Romero, representante de la Secretaría de Turismo federal, esta muestra es una acción concreta de Prosperidad Compartida, al permitir que las y los artesanos comercialicen sus piezas sin intermediarios, asegurando que los beneficios lleguen directamente a quienes preservan estas tradiciones.

Más de 60 tipos de artesanías estarán disponibles, junto con actividades ligadas a la promoción de la Ruta del Vino, una de las joyas en ascenso del turismo enológico nacional. Y no es coincidencia: en Aguascalientes, el vino también es símbolo de bienvenida, de celebración, de comunidad.

En tiempos donde el turismo debe ir más allá del entretenimiento, y convertirse en un motor de bienestar, desarrollo y cohesión social, como señaló García Romero, esta exposición representa un modelo ejemplar. Un turismo que honra la historia, reconoce el talento local y proyecta a las regiones con respeto y visión de futuro.

Aguascalientes, como lo fue en la época de los caminos de tierra adentro, sigue siendo ese remanso donde el viajero encuentra hospitalidad genuina. Solo que ahora, en lugar de mulas y carretas, llegan visitantes con cámaras, paladares curiosos y ganas de descubrir el alma de una tierra que no ha olvidado cómo se recibe con el corazón.

El Alma de la Fiesta estará en Av. Presidente Masaryk No. 172, esq. con Hegel, col. Bosques de Chapultepec, alcaldía Miguel Hidalgo, Ciudad de México, en un horario de lunes a sábado de 9:00 a 19:00 horas, domingos y días festivos de 9:00 a 18:00 horas.

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