A Opinión del 30/5/25
Aguascalientes, bajo Teresa Jiménez, mejora su sistema de salud y apoya a regiones vecinas ante la crisis nacional.

Aguascalientes: un Gigante de la Salud que fortalece al centro del país
En un país donde el desabasto de medicamentos en instituciones federales como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha dejado a millones de personas sin acceso a tratamientos oportunos, resulta inevitable voltear la mirada hacia ejemplos que demuestran que sí es posible construir un sistema de salud público más eficiente, humano y con visión de futuro. Tal es el caso de Aguascalientes, donde, bajo la administración de la gobernadora Teresa Jiménez, se ha logrado posicionar a la entidad como un referente nacional en materia de salud.
El lanzamiento del Seguro Popular Aguascalientes no solo representa una estrategia local para atender a la población sin seguridad social, sino una muestra clara de voluntad política y capacidad de gestión. El dato que más llama la atención es el abasto de medicamentos, que en el estado alcanza un 89.5 por ciento, contrastando brutalmente con la media nacional de apenas 32 por ciento. Este simple número habla de una diferencia abismal en términos de compromiso y eficiencia.
Mientras en otras partes del país los pacientes del IMSS esperan semanas o incluso meses por una consulta o un tratamiento que nunca llega, en Aguascalientes el tiempo de espera para una consulta externa es de apenas 11.4 minutos. No es casualidad: detrás de este logro hay inversión, organización y una estrategia centrada en el paciente.
En entrevista para Quiero Tv Aguascalientes con la periodista Montserrat Mendoza, el secretario de Salud del Estado, Rubén Galaviz Tristán, ha destacado que el sistema estatal no solo ha mejorado en infraestructura, sino también en cobertura y calidad. Un aumento del 30 por ciento en consultas médicas de primera vez, el reconocimiento nacional al Laboratorio Estatal de Salud Pública y el premio internacional Angels al Hospital Miguel Hidalgo por su atención a pacientes con eventos cerebrovasculares, son prueba de que las cosas se están haciendo bien.
Además, es importante subrayar que los servicios médicos brindados por el sistema estatal de salud no solo benefician a los habitantes de Aguascalientes. Gracias a su solidez institucional y a la visión regional de su gobierno, los servicios médicos también alcanzan al sur de Zacatecas y a los Altos de Jalisco, dos regiones clave en el corazón productivo del país. Esta extensión del acceso a la salud cobra aún más relevancia si se considera el contexto actual: la ola de violencia e inseguridad que azota a los estados vecinos ha limitado severamente la capacidad de atención médica local en esas zonas, y muchas comunidades históricamente han recurrido a Aguascalientes como su única opción viable para recibir atención digna y oportuna.
Por ello, los esfuerzos de la gobernadora Teresa Jiménez trascienden las fronteras estatales. Su trabajo no solo garantiza el bienestar de los aguascalentenses, sino que abona al desarrollo y estabilidad de toda una región que hoy más que nunca necesita instituciones sólidas y eficientes.
En contraste, el IMSS sigue enfrentando recortes presupuestales, escasez de insumos y una sobrecarga crónica de pacientes. Los esfuerzos de la federación por garantizar el derecho a la salud han quedado, en muchos casos, en el discurso. En cambio, Aguascalientes ha decidido actuar.
Teresa Jiménez ha sido nombrada por su equipo como “la gobernadora de la salud”, y con razón. La salud no se atiende con promesas, sino con políticas públicas efectivas, con infraestructura moderna y con un enfoque de cercanía social. Aguascalientes demuestra que cuando hay voluntad, sí se puede.
Si México quiere avanzar en el derecho universal a la salud, tal vez el primer paso sea mirar con humildad lo que se está haciendo bien en estados como Aguascalientes. Porque frente al desabasto, el abandono y la burocracia, hay lugares donde todavía se apuesta por el bienestar. Y eso merece no solo reconocimiento, sino réplica.