“No tiene caso”, “es una pérdida de tiempo” y “de todos modos no van a hacer nada”, son las razones más comunes que tienen los aguascalentenses para no denunciar que han sido víctimas de algún delito.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2024 reveló que la entidad registra una cifra oculta de crímenes del 92.5 por ciento, lo que significa que nueve de cada diez delitos no llegan a ser del conocimiento de las autoridades.
Este fenómeno, lejos de disminuir, continúa marcado por la apatía y el desencanto de las víctimas. Las razones siguen siendo la percepción de pérdida de tiempo, citada por el 35.2 por ciento de los encuestados, así como la desconfianza en las autoridades, mencionada por el 11.3 por ciento. Esta cifra oculta incluye tanto los delitos no denunciados como aquellos reportados sin que se abriera una carpeta de investigación.
Paradójicamente, la Fiscalía General del Estado es una de las instituciones con mayor percepción de confianza entre la ciudadanía. De acuerdo con el INEGI, el 67.1 por ciento de los habitantes mayores de 18 años consideran que la dependencia inspira confianza, un porcentaje relativamente alto frente a otras corporaciones de seguridad pública. Sin embargo, la opinión ciudadana muestra un contraste evidente al evaluar a los elementos policiales, a quienes hasta el 72 por ciento de la población percibe como corruptos.
Esta dualidad entre instituciones confiables y cuerpos policiales reprobados ocurre en un contexto donde la incidencia delictiva continúa generando preocupación. Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que, sólo en los primeros siete meses del año, Aguascalientes acumuló más de 29 mil 800 denuncias por presuntos delitos. En promedio, esto equivale a más de 3 mil 300 crímenes al mes, o más de 109 delitos diarios.
Las lesiones representan otro delito con alta incidencia, con más de 2 mil 859 denuncias registradas en lo que va del año, muchas de ellas también relacionadas con el uso de armas. En materia de género, se han documentado cinco feminicidios, pero los delitos sexuales alcanzan 634 denuncias, siendo la violación el ataque más frecuente contra las mujeres en la entidad. Los delitos contra el patrimonio continúan a la cabeza: más de 10 mil 900 denuncias por robos o ataques a la propiedad privada, entre los que destacan 993 robos a casa habitación, 836 robos de vehículos, 890 asaltos a transeúntes y 1,125 atracos contra negocios.
A pesar de ello, hay delitos que no han ocurrido este año en Aguascalientes, como el robo a instituciones bancarias o la privación ilegal de la libertad. Sin embargo, las cifras oficiales siguen incompletas, pues representan únicamente los delitos que fueron denunciados ante la Fiscalía. Si se toma en cuenta la cifra negra reflejada por la ENVIPE, que señala que el 89 por ciento de los delitos no se denuncian, la cantidad real de hechos delictivos sería considerablemente mayor, alcanzando una estimación de aproximadamente mil delitos diarios en la entidad.
La brecha entre la realidad delictiva y la denuncia formal no solo distorsiona el alcance del problema, sino que también limita la capacidad institucional para diseñar estrategias efectivas. Mientras la confianza en algunas autoridades se mantiene relativamente estable, la falta de denuncia y la percepción de corrupción en otros cuerpos de seguridad continúan debilitando el tejido institucional y dejando en la indefensión a miles de víctimas cada año.

