Por Erick Cortés
Quien visita la ciudad por primera vez en al menos cinco años lo nota con mucha más facilidad que quienes han vivido aquí permanentemente: en muy poco tiempo, el número de vehículos transitando por las calles y avenidas de la ciudad de Aguascalientes se ha incrementado considerablemente.
Es el tema de conversación y la excusa más frecuente de quienes equivocan los cálculos y llegan con demora a algún compromiso. El recorrido que antes se hacía en quince minutos, ahora toma más de media hora, incluso, durante los fines de semana.
Aunque es una tendencia que se ha mantenido constante en los últimos años, los aguascalentenses todavía no están acostumbrados al denso al tráfico vehicular que, durante las horas pico, ya suele congestionar las avenidas de flujo continuo, como López Mateos y el Segundo Anillo de Circunvalación, en un paisaje urbano que recuerda al de otras ciudades mucho más pobladas, como la Ciudad de México o Guadalajara.
Y es que a pesar de ser uno de los estados más pequeños, y de contar con lo que, en la opinión de muchos, es uno de los mejores trazados urbanos en el país, Aguascalientes ya concentra más automóviles que países como Alemania y Francia.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Finanzas, en este 2025 ya hay un total de 841,539 mil automóviles circulando cada día en la entidad, lo que equivale a una tasa de 590 vehículos por cada 1,000 hidrocálidos, una cifra que supera al tráfico de países como Francia y Alemania, donde la tasa es de 574 y 588 autos por cada 1,000 habitantes, respectivamente.
En México, Aguascalientes ocupa ya el tercer lugar nacional en cuanto a congestión vehicular, siendo superada sólo por la Ciudad de México, con 689 unidades por habitante, y por Baja California Sur, donde se alcanzan los 691 vehículos por persona.
Este crecimiento ha sido sostenido desde la pandemia, cuando los vehículos que circulaban en el estado a finales del 2019 eran 646,944. Desde entonces, casi un quinto de millón de nuevas unidades están en circulación, lo que equivale a más de 30 mil vehículos nuevos cada año.
“El éxodo de la inseguridad en Zacatecas y en otros estados ha hecho que mucha gente se haya venido a vivir aquí desde la pandemia. Por eso comenzó a verse tanto carro, porque muchos vienen de fuera”, cuenta Javier, quién ha sido conductor de plataforma durante nueve años.
La creciente cifra de automóviles privados ya impacta negativamente en la calidad de vida de los aguascalentenses. Según un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad, los embotellamientos en la ciudad causan la pérdida de unas 19 millones de horas cada año, lo que se traduce en pérdidas económicas para los aguascalentenses que ascienden a los 663 millones de pesos, sumando el tiempo perdido por los operadores de unidades de transporte público y los recursos gastados por los conductores de automóviles particulares.
“He contado los minutos que paso detenido en semáforos y en aglomeraciones desde las siete de la mañana hasta las siete de la noche, y he sumado hasta cinco horas con cuarenta minutos. Osea, casi la mitad de la jornada. Así que yo creo que en unos dos o tres años ya no va a ser rentable este trabajo”, asegura un taxista llamado Jorge.
De mantenerse esta tendencia, en menos de 5 años Aguascalientes podría igualar el nivel de congestión de la ciudad de México. Un escenario que, hasta hace poco, parecía impensable para una de las ciudades más ordenadas del país.
