A Opinión del 11/3/25

Rainmaker invertirá 60 millones en Aguascalientes para instalar planta de tratamiento de agua, generando 250 empleos con respaldo estatal.

Aguascalientes: modelo de atracción de inversiones con visión sustentable

La reciente visita de los directivos de la empresa canadiense Rainmaker a Aguascalientes marca un momento clave para el desarrollo económico y ambiental del estado. Con una inversión de más de 60 millones de pesos y la generación de 250 empleos, la instalación de su nueva planta en el Parque Industrial de Logística Automotriz (PILA) representa más que una expansión empresarial: es una apuesta por un futuro sostenible en uno de los temas más sensibles para el país y el mundo: el agua.

En un contexto donde la escasez hídrica se ha convertido en una preocupación constante para gobiernos, industrias y ciudadanos, resulta alentador que empresas como Rainmaker, especializada en soluciones económicas y escalables para el tratamiento y purificación del agua, elijan a Aguascalientes como punto estratégico para crecer y operar. Aún más importante es el respaldo decidido que el gobierno estatal, encabezado por la gobernadora Teresa Jiménez, ha expresado hacia este tipo de iniciativas.

Las palabras de la mandataria no fueron meramente protocolarias: “Para nosotros el tema del agua es una prioridad”, dijo. Y respaldó esta afirmación con acciones concretas al ofrecer todas las condiciones necesarias para facilitar la instalación y el desarrollo de la empresa en la entidad. Esto incluye no solo la infraestructura adecuada, sino también un entorno de paz laboral, seguridad y capital humano calificado.

Rainmaker no eligió a Aguascalientes al azar. Michael O’Connor, cofundador y CEO de la empresa, fue claro al destacar la calidad de vida del estado, así como su estabilidad social y laboral. Estos factores, aunque a veces subestimados, son determinantes para que empresas de alta tecnología decidan invertir en una región. El que sus productos —desde generadores atmosféricos de agua hasta sistemas de purificación y tratamiento de aguas residuales— se comercialicen en todo el continente, posiciona a Aguascalientes como un nodo clave en la red de soluciones ambientales a nivel internacional.

Este tipo de inversiones no solo dinamizan la economía, sino que abren oportunidades para la transferencia de tecnología, la capacitación de talento local y la diversificación industrial. Además, colocan a Aguascalientes en el mapa de los estados que apuestan por el desarrollo sostenible, en un momento en el que la responsabilidad ambiental ya no es una opción, sino una necesidad.

El compromiso mostrado por el Gobierno del Estado en la atracción de empresas con visión de futuro debe ser reconocido, pero también replicado. Aguascalientes está dando un paso adelante, demostrando que sí es posible crecer sin comprometer el medio ambiente, y que la innovación y el desarrollo económico pueden y deben ir de la mano del bienestar social y ecológico.

Este anuncio no solo debe celebrarse como un logro puntual, sino como parte de una estrategia de largo aliento que asegure que cada nuevo empleo y cada peso invertido sean también una contribución al futuro que todos deseamos: uno con agua, con empleo digno y con un estado que inspire confianza.

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