A Opinión del 30/4/24
Celebremos a los niños garantizando su seguridad en internet, no solo con regalos.

Día del Niño: Navegar seguros en la infancia digital
Cada 30 de abril celebramos en México el Día del Niño, una fecha que nos invita a reconocer y proteger los derechos de niñas y niños, pero también a reflexionar con seriedad sobre los nuevos desafíos que enfrentan. Hoy, más que nunca, sus mundos no solo se construyen en patios de recreo, aulas y parques, sino también en pantallas, plataformas y redes sociales. La infancia ha entrado de lleno en la era digital, y con ella, en un entorno tan lleno de oportunidades como de riesgos.
Según datos recientes, el 77% de los jóvenes entre 15 y 24 años utilizó internet en 2023. Si bien esta estadística refleja una creciente conectividad, también pone de relieve una infancia que crece conectada, expuesta y en muchos casos, desprotegida. El acceso a internet ha transformado la forma en que los niños aprenden, juegan, socializan y descubren el mundo. Pero ese mismo acceso, cuando no va acompañado de orientación, regulación y protección, puede convertirse en una amenaza silenciosa.
Las cifras son alarmantes: uno de cada tres jóvenes ha sido víctima de ciberacoso, y uno de cada cinco ha dejado de asistir a la escuela por esa causa. Los discursos de odio, la desinformación, los contenidos violentos, los retos virales peligrosos e incluso el reclutamiento por grupos extremistas circulan libremente en los espacios digitales. Y lo más grave: el entorno virtual se ha convertido en terreno fértil para la explotación sexual infantil, donde miles de niños y niñas expresan sentirse en peligro.
¿Qué clase de infancia estamos permitiendo si no aseguramos que sus entornos, también los digitales, sean seguros? ¿Podemos hablar de libertad, de educación o de desarrollo integral cuando existen niños navegando solos por mares infestados de riesgos?
La respuesta no puede ser el miedo ni la desconexión. La solución está en la corresponsabilidad: padres, educadores, gobiernos, empresas tecnológicas y sociedad civil debemos actuar con urgencia. Naciones Unidas ya impulsa programas clave como las directrices de la UIT para la protección infantil en línea, la iniciativa “Kindly” de UNICEF contra el ciberacoso o los esfuerzos de la UNESCO para promover la alfabetización mediática. Pero estas iniciativas necesitan ser adoptadas, aplicadas y replicadas a nivel local.
El Día del Niño no debería ser solo un festejo con dulces y globos. Debería ser una jornada de conciencia sobre lo que estamos haciendo —o dejando de hacer— por el bienestar integral de la niñez. Educar a los menores sobre los riesgos digitales, acompañarlos en su uso de internet, y exigir a las plataformas digitales un compromiso real con su protección, es un deber ineludible.
Porque cuidar de la infancia hoy también significa cuidar del WiFi al que se conectan, de los algoritmos que les muestran contenido, y de las personas con las que interactúan en línea.
Que este 30 de abril no pase sin preguntarnos: ¿estamos dejando que nuestros niños naveguen solos por un océano sin faros?
Al tiempo… y a su opinión